Una hernia de disco se produce cuando un disco se ha salido de su ubicación correcta. Los discos son pequeños cojines circulares ubicados entre los huesos de la columna (las vértebras). Normalmente, los discos actúan como amortiguadores para proteger a las vértebras entre sí cuando usted se mueve. Una hernia de disco puede hacer presión sobre los nervios circunvecinos, ocasionando un dolor intenso.
Si un disco está lesionado, el centro blando y pulposo del disco se sale por un punto débil de la capa dura exterior. Los discos pueden ser lesionados por:
Es también posible que se produzca una hernia de disco espontáneamente, en ausencia de lesiones específicas.
Si la hernia de disco ocurre por debajo del cuello, los síntomas pueden desarrollarse gradualmente, o aparecer en forma repentina. Los síntomas comprenden:
Los síntomas de una hernia de disco en el cuello pueden presentarse en forma repentina o desarrollarse gradualmente. Es posible que usted se despierte y sienta un dolor repentino. O que tenga el cuello torcido y no pueda enderezarlo sin experimentar un dolor de extrema intensidad. Es posible también que sienta un adormecimiento, hormigueo o debilidad en un brazo o en los dos.
Su profesional médico repasará sus síntomas y le hará preguntas sobre la historia del dolor que usted siente. A continuación, examinará su columna vertebral y comprobará el movimiento y los reflejos en los brazos y las piernas. Finalmente, es posible que el profesional médico le indique que se haga una o más de las pruebas siguientes:
En la mayoría de los casos, el tratamiento sin intervenciones quirúrgicas le aliviará el dolor.
El tratamiento de un disco herniado en la espalda comprende posiblemente:
Es posible que el tratamiento de un disco herniado en el cuello comprenda:
A medida que el dolor disminuye, el profesional médico querrá que usted empiece un programa de fisioterapia para hacer ejercicios que fortalecerán los músculos de la espalda y las articulaciones. Se usan con éxito los ejercicios estabilizadores para tratar las hernias de disco. Este tipo de terapia enseña a controlar los movimientos de la columna en todas las actividades recreativas y en el trabajo.
Si sus síntomas persisten, es posible que usted necesite una operación quirúrgica. Sin embargo, la mayoría de las personas que tienen una hernia de disco no necesitan operaciones quirúrgicas.
El dolor intenso inicial debería desaparecer en unas pocas semanas, pero es posible que siga sufriendo un poco de dolor por varios meses. Es posible que usted tenga tendencia a sufrir dolores de espalda toda su vida, por lo tanto es importante que recuerde que debe protegerse la espalda al levantar objetos pesados o durante la actividad física.
Si la sensación de debilidad y adormecimiento de las piernas no desaparece, o si usted pierde el control de la función intestinal o de la vejiga, llame inmediatamente a su profesional médico.
Practique una postura correcta al caminar, sentarse, incorporarse, acostarse o en el trabajo.
El objetivo del programa de rehabilitación consiste en regresarle al deporte o actividad que usted practicaba ni bien se lo pueda hacer sin riesgos. Si reanuda la actividad demasiado pronto corre el riesgo de empeorar su lesión, lo cual podría llevar a una lesión permanente. Cada persona se recupera de las lesiones con un ritmo diferente. Reanudar el deporte que usted practicaba dependerá de cuán rápidamente se recupera el disco herniado, y no de cuántos días o semanas hayan transcurridos desde que ocurriera su lesión. En general, cuánto más tiempo espere para hacerse tratar después de que se hayan presentado los síntomas, tanto más tiempo tardará en mejorar.
Es importante que se haya recuperado plenamente antes de reanudar actividades arduas; también es importante que haya sido examinado por su profesional médico. Es necesario que sea capaz de llevar a cabo todos los ejercicios del programa de rehabilitación sin sentir dolor. Es necesario que haya recuperado la gama completa de movimiento de la espalda y del cuello, y que no experimente dolores agudos en las piernas o los brazos. Es necesario que sea capaz de correr, saltar y torcerse sin tener dolor alguno.
Con frecuencia es posible prevenir las hernias de disco manteniendo el peso bajo, adoptando una dieta adecuada y haciendo ejercicios para mantener firmes los músculos. El tener músculos fuertes y flexibles puede estabilizar la columna y protegerla de las lesiones. Esto incluye los músculos del vientre. Dos buenos ejercicios para fortalecer y proteger la columna son el caminar y la natación.